SIGO.
Me gusta hablar de amor, no de desamor, aunque haya sido lo que más he vivido.
Me gusta hablar de Fé, no de miedo, aunque haya sido lo que más he sentido.
Me gusta hablar de lo bueno de la Vida, eso que gusta, eso que ríe, eso que hace que todo parezca tan liviano, que hace que flotes tanto, que te sientes volar, sí, de eso me gusta hablar.
Dicen que uno habla de aquello que no tiene, de aquello que le falta.
Yo hablo de eso que ya tengo, de eso que me sobra, porque el amor me creó, la Fé me formó y la Vida es este instante que respiro, este instante donde estoy escribiendo desde una Ciudad que para muchos está olvidada por Dios, pero que para mi es Dios mismo. Escribo desde la vida de mis padres, la compañía de mis mascotas, el éxito que a cada paso me acompaña y estas ganas tan grandes de vivir, de experimentar, de compartir y de sentirme lo mejor que puedo ser.
Hace poco una persona me dijo que soy la mujer con más Fé que ha conocido, y le creí, y me la creí. Tengo una Fé que rebasa todo lo que soy y lo que puedo ver, porque pienso que al final, esa es la Fé misma, la que no ves, la que te dice que te detengas un momento pero solo para descansar, no para dejar de seguir. Y entonces sigo, sigo mirando, sonriendo, brindando sonrisas, abrazos, una mente que escucha, un alma que habla, y sigo.
Publicado por Asturiela.
3 metieron mano:
Esta Asturiela es distinta a la de hace algunos años, o quizás sea la misma pero desde otro lado, vista con otros ojos (uno tampoco es calcado al de hace un tiempo). Y no está mal.
¡WOW! Me honra que lo hayas notado, hace poco que he vuelto a escribir y releyendo mis textos, también me di cuenta de ello, han pasado más de 5 años, la madurez, el tiempo, no lo sé, pero lo que me gusta sigue vivo: escribir.
Gracias por la magia de tus letras y la atención.
Exacto. Igualmente, la energía de tus textos siempre está presente. Ya no tanto desde un punto visceral sino etéreo, espiritual. Otra perspectiva que -quizás- tenga un poco de todo eso que contás.
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