viernes, 18 de marzo de 2016

Ya volví.

Yo escribía antes cuando los blogs estaban de moda y también cuando llorar estaba de moda y también cuando que me leyeran estaba de moda. Pero las modas pasan, los llantos pasan y hay cosas que se te olvidan, para ser recordadas 5 o 9 años después, cuando te la encuentras igual de guapa con su cabello corto sonriendo y muy amablemente le dice al chofer, que ella invita el pasaje, gracias, estaba tan emocionada de verte que se me olvidó decírtelo. 

Volver a verte me hizo recordar muchas cosas, como que la última vez que te vi te había odiado, y también la tristeza de saber que era mi ultimo día en un lugar que me había hecho sonreír tantas veces. Volver a verte me hizo recordar lo que se siente estar feliz a los 17 años, cuando te llenas de problemas, solo para hacer algo del tiempo. 

A veces se me olvida que sé escribir, a veces lo olvido a la fuerza para no encontrarme con el recuerdo de las cosas que olvido y que no quiero recordar, ¿sí me entiendes, verdad?
Olvidé escribir porque no creí que me leyeras, no creí que supieras entender lo que hay detrás de una buena ortografía y porque tampoco yo quería entenderme, ni medio leer esto que escribo. 

Me gusta ser la yo de ahora, esa que enseña las piernas y es la fantasía de varios niños de secundaria que frente a mi y en secreto (aunque queriendo que los escuche) hablan sobre si alguno de ellos se animaría a coger conmigo, diciendo muy seguros que sí, dando a entender que en sus fantasías yo no tengo palabra. Vuelvo en forma de letras de vez en cuando, cuando me pierdo días en una plaza llorando a mitad de la noche. Vuelvo en forma de miedo cuando quiero recordar qué se siente ser yo sin quitarme las ganas. Vuelvo en forma de frío y viento que se lleva la luz para convertirse al día siguiente en calor, de ese que derrite las calles y desnuda las almas. 

Vuelvo en forma de mi y de ti, de nosotros. de mi gata que arrastra su culo peludo donde pongo el cuaderno de los apuntes y donde hace unas horas comí una naranja. Vuelvo en forma de todo. 
Ya volví. 

Asturiela una noche de invierno, que casi es primavera. 

2 metieron mano:

Syd

Sí, te entiendo...

Y me confirma las sospechas de que, de todas esas modas, -y lo que yo las detesto- al final mi blog y mis letras (y yo) fueron eso mismo: Una moda (Irónico...)

También entiendo lo de las fantasias de secundaria, no porque yo le haya enseñado las piernas a nadie (no soy tan malo para hacerle eso a alguien), sino porque yo miraba más a mis maestras que a mis compañeras.

Qué tiempos aquellos... (los de las piernas, no los de las modas blogueras ancestrales)

Asturiela

Syd, tantos años de compartir letras, de compartirnos entre nosotros. Gracias por tanto.

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