25 de diciembre.

Mi plaza es el dolor y la sangre regada de hace 500 años que ahora pisamos una noche de fiesta, es el cielo rosado en degradado perfecto y una estrella solitaria, seguramente muerta que ahora brilla en lo alto. Son los niños frente a mi jugando con sus globos como si no hubiera un mañana mientras los abuelos les gritan frenando su infancia pues hace mucho tiempo olvidaron lo que es vivir el momento. Mi plaza es la joven que está sentada a mi lado con una mirada cansada esperando al novio que ha quedado en llegar con 15 minutos de retraso, sin darse cuenta que ella es la persona con la que estoy compartiendo uno de los más bellos momentos de mi vida sin conocer su nombre.

Mi plaza es el olor a ponche, los muñecos de nieve artificial y los villancicos de fondo opacados por el árbol gigante de Pepsi que todos observan riendo.Mi plaza es el sentimiento que tengo de que muy pronto me iré a un lugar muy lejando y las ganas de guardar este momento en algo más que palabras.

Mi plaza es vida. es color. soy yo y todo lo que nos sigue.