Escribo con los ojos cerrados.

Estoy a punto de dormir, de cerrar ventanas con montones de historias en internet y la ventana de mi cuarto que da a la calle y le muestra mi única historia a cualquier curioso que pasa por aquí y se queda mirando (porque no tengo cortinas y porque me gusta escribir sin pantalones y en minifalda).

Pero antes de dormir, escribo para olvidar el sueño y hacerme más real, es una especie de terapia, una especie de ritual para cerrar los ojos y es que escribo sin necesidad de tenerlos abiertos y es cuando solo respiro, cuando no me importa ver la pantalla ni las faltas de ortografía, es hermoso, placentero, lo más parecido a un orgasmo y lo amo, y lo siento, siento mis dedos sobre el teclado, siento mis dedos escribiendo sin que nada realmente me importe, es hermoso. 

Abro los ojos y no he cometido ningún error, hasta he escrito con acentos, el teclado es el cuerpo que tantas veces he tocado, el cuerpo que mis manos tan fielmente conocen.
Estoy enamorada de la escritura, me voy a dormir con la paz de haber tocado su cuerpo. 

Si me quieres conocer, debes leerme. 
(también me lo digo a mi misma y nuevamente con los ojos cerrados)

Escrito y amado por Asturiela.