Día 7. Mi cuerpo.
Me gusta mi cuerpo y todo lo que se puede hacer con él.
Siempre hemos sido buenos amigos, desde que nací, o bueno, quizá no tan lejos, pero sí desde que me acuerdo. Me gusta mirarlo y también que lo miren. Me gusta observarlo y también que lo observen. Me gusta cuidarlo, apapacharlo, mimarlo, decirle cosas bonitas y cantarle canciones.
Me gusta cuidarlo, sé que ya lo dije y prefiero repetirlo, porque cuidarlo no significa saber defenderme, cuidarlo es conocer todas mis armas para que nunca necesite usarlas, así lo cuido, así me cuida y así nos cuidamos. Aunque también lo he lastimado, en algún momento hablé “de lo fea que es mi nariz” cuando escuchaba que todos se criticaban algo y yo no estaba de moda al no hacerlo, también me comparé y sentí que era menos de lo mucho que soy, o cuando me acosté con personas que nunca he querido y que nunca me quisieron y en vez de sentirme llena, me sentí más vacía, al terminar y darnos la espalda sin siquiera decir buenas noches.
Me gusta mi cuerpo y hablar de él es tomarme mi tiempo para decir bien las cosas, para que eso que digo no solo resulte ser carne, porque no soy carne, soy cuerpo y cuando uso minifalda, y cuando abro las piernas, y cuando cierro los ojos, y cuando lloro, y cuando río, y cuando hablo y cuando no hablo, no soy carne, soy cuerpo.
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Pues un abrazo a tu cuerpo!
Abrazo virtual recibido!
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