Día 4.

No me había dado cuenta de lo fácil que es escribir hasta que empecé a hacerlo, puedo escribir casi de todo, realmente de todo, pero hay cosas que no escribo porque no quiero que las lean. 

Tiene una relación muy cercana expresarse con saberse visto, quizá si supiera que todos en el Mundo son ciegos, no escribiría, más bien cantaría y compondría canciones para que me escucharan, para que supieran lo que me pasa y quizá en un golpe de suerte, me dijeran "yo siento lo mismo" o en el peor de los casos, que podría ser el mejor: "cantas muy bien, cántame más". 

Puedo escribir de la botella de refresco que tengo a mi lado, cuando hace más de 3 años (o menos) que no tomaba refresco, porque digo que no me gusta pero hoy me hizo muy feliz recordar lo bien que me sabe, algo así como un amor que dejaste hace mucho, que tu mente ha olvidado a la fuerza, para confirmarte que nunca quisiste olvidarlo, o recordarte que olvidarlo fue la mejor decisión. En mi caso, la segunda opción, pero no sé para ti. 

A veces no me gusta pensar en que siento algo por alguien porque me desnudo, porque deseo que me muestre que le importo como él piensa que me importa a mi, empiezo a sentirme especial para alguien que piensa que también es especial para mi y empiezo a sentir amor por alguien que no siente el mismo amor por mi, aunque la verdad (que quizá no es verdad) pero puede que lo sea me dice que sí. ¿Me entiendes? espero que no.

Hablaría de todo esto que siento, como soledad, esperanza, el paso del tiempo, felicidad, mi sofá que está manchado por gotas de pintura rosa que no sé cómo quitar, sobre que me han dicho que nunca cierro la puerta de la salida de la casa cuando es la peor grosería que le pueden decir a alguien tan obsesivo como yo que revisa más de 5 veces la puerta al salir.

¿Tú crees que realmente en la compañía encontremos nuestra mejor soledad? Es una fórmula muy rara esa del amor ¿no? Casi cada día me pregunto que sería de mi estando sin alguien que me diga buenas noches de noche o me diga te amo, o me diga leeré tu libro aunque casi nunca revisa mi blog. Me pregunto que sería, fantaseo, lo imagino, sonrío y después me entra un vacío grande, al recordarme escribiéndome a mi misma buenas noches, leyéndome a mi misma mis libros y eso es bonito aunque al mismo tiempo no tanto.